María Teresa Otero | El síndrome de Asperger hace referencia a un conjunto de condiciones mentales y conductuales que forman parte del espectro del trastorno autista. Wendy Estrella, psicóloga, especialista en el tema, aclara: "El término síndrome nos sitúa en un área patológica, pero realmente se trata de una condición ubicada dentro del espectro del autismo hacia su extremo más leve". El trastorno puede caracterizarse por deficiencias en la interacción social y resulta predominante los inusuales patrones de interés y conducta de quienes lo padecen".
Los niños con síndrome de Asperger suelen fijar su atención hacia un tema concreto, de manera obsesiva en muchos casos, estos individuos poseen características particulares que marcan la diferencia con el autismo clásico o de mayor intensidad, entre ellas destacan el estilo del lenguaje así como sus habilidades cognitivas o intelectuales, que a lo largo de su desarrollo se disparan, presentando habilidades importantes o por encima de lo esperado para su edad cronológica. No es de extrañar que aprendan a leer por sí solos a una edad muy precoz, si se interesan en ello.
En cuanto a los gustos de un paciente afectado por este síndrome, destacan por ejemplo, obsesiones por temas como la astronomía, los rompecabezas, los dinosaurios, la construcción de maquetas, medios de transporte como los trenes o aviones, las computadoras, igualmente son atraídos por el orden y la clasificación de las cosas.
Con referencia a su origen Wendy Estrella explica que "actualmente no se han identificado causas genéticas del espectro del autismo en general, a nivel clínico es concebido como un desorden del desarrollo, presentándose aproximadamente a partir de los 18 meses donde se inicia el desorden en la pauta evolutiva del niño, resultando en conductas atípicas".
Otro dato de interés es que al parecer existe una vulnerabilidad por el lado del sexo masculino a desarrollar la condición del espectro autista "en general cuando consultamos las estadísticas relacionadas al espectro autista, encontramos que la proporción de aparición es que de cada 4 personas con el síndrome tres corresponden al sexo masculino", comenta Estrella.
Afortunadamente, hoy en día contamos con los instrumentos y estrategias para realizar un diagnóstico muy temprano, a partir de los 18 meses de edad se puede hacer una identificación de los síntomas de riesgo y comenzar una atención temprana oportuna.